La influencia del inconsciente en la toma de decisiones

Por Kaori Ríos

¿Por qué la vida toma un particular sentido en cada persona? ¿Qué es lo que determina que uno decida tomar una decisión hacia cierto camino o hacia otro? ¿Es destino, mera coincidencia o casualidad?

Si bien es cierto que cada quién tiene el libre albedrío de decidir una cosa u otra, el psicoanálisis no deja fuera la influencia del inconsciente en lo que uno decide. Esto quiere decir que no es azaroso y tampoco es casualidad. La toma de decisiones siempre estará influenciada por caracteres inconscientes.

De acuerdo con Sigmund Freud, el inconsciente desempeña un papel crucial en la toma de decisiones. Se compone de deseos reprimidos, recuerdos, traumas y experiencias que no son accesibles a la mente consciente, pero que influyen en el comportamiento de las decisiones que tomamos. Algunos de estos caracteres inconscientes pueden ser los deseos y pulsiones reprimidas, los mecanismos de defensa, las fantasías inconscientes, el complejo de Edipo y el carácter.

Hablando de deseos y pulsiones, alguien que tiene necesidades orales de gratificación inmediata podría, en la edad adulta, tomar decisiones financieras erróneas con la finalidad de satisfacer de manera inmediata alguna situación. Otra circunstancia podría ser elegir una carrera en específico no porque sea lo que conscientemente se desea, sino porque inconscientemente satisface un deseo de aprobación frente a los padres.

Una persona que fuma de manera crónica puede estar fuertemente impulsada por un mecanismo de defensa que niega la realidad de los daños que puede ocasionar, o bien, por un aspecto más omnipotente del carácter que le hace pensar que esa actividad no tendrá repercusiones. Siguiendo la línea de los mecanismos de defensa, un paciente podría racionalizar que no es el momento adecuado para buscar algún ascenso en el trabajo cuando, en realidad, subyace el miedo al fracaso.

Las experiencias y resoluciones del complejo de Edipo pueden influir en la elección de pareja de la vida adulta. Un hombre que no ha resuelto estos conflictos de manera adecuada puede buscar inconscientemente parejas que se asemejen a su madre. Esto puede manifestarse en la elección de una pareja que tenga características físicas, de personalidad o incluso comportamientos similares a los de la madre. Esta elección no es consciente, sino que surge de la internalización de las primeras experiencias amorosas y de identificación con el progenitor del sexo opuesto.

Una persona que ha tenido conflictos no resueltos con su padre durante la infancia puede llevar estos sentimientos de rivalidad a su vida profesional, desarrollando una intensa competencia con figuras de autoridad masculina o con colegas que puede sentir como figuras paternas sustitutas.

Nuestro carácter va a influir en gran medida en nuestra manera de pensar. Según Wilhem Reich: “El carácter consiste en una alteración crónica del yo a la que podríamos calificar de rigidez. Es la base de cronicidad del modo de reacción característico de la persona… Como mecanismo de protección que se ha hecho crónico, puede denominársele con todo derecho una coraza.” (Reich, 1949, p.13). Por otro lado, Glickauf-Hughes, Ch. y Wells M. (1997) hablan de la necesidad del paciente obsesivo de tener la razón, viven en constante ansiedad y presentan cierta rigidez. Un paciente cuya manera de ser se rige bajo estas características, decidirá tener un trabajo bien estructurado, con una metodología particular que lo haga sentir que los aspectos hostiles tienen la posibilidad de mantenerse a raya, pero con el pensamiento consciente de querer cumplir y entregar un trabajo de alta calidad.

Otro punto es el de McKinnon, R. A. y Mitchels, R. (1973), quienes mencionan que “la persona fóbica se enfrenta a su conflicto y ansiedad emocionales interiores tratando de reprimir sus pensamientos e impulsos inquietantes. Si esta represión falla, desplaza su conflicto a un lugar o situación en el mundo exterior y trata de confinar su ansiedad a dicha situación” (p. 137). En este sentido, una paciente puede rechazar una oferta de trabajo excelente porque la oficina se encuentra en un edificio alto donde tendría que usar el elevador para poder trabajar. A raíz de esto, rechaza la oferta diciendo que prefiere trabajar más cerca de casa, cuando en realidad existe un temor inconsciente a los espacios cerrados, lo cual termina por limitar sus oportunidades profesionales.

Un paciente que presente rasgos de carácter depresivos puede perderse oportunidades en la vida por tener sentimientos inconscientes de culpa o de fracaso. Un ejemplo de esto podría ser el hecho de recibir una propuesta laboral, pero, al no sentirse capaz de asumir el nuevo rol, la deshecha, a pesar de que sus superiores creen que podría cumplir perfectamente con las funciones del puesto.

En conclusión, analizar los aspectos inconscientes puede tener una influencia profunda y positiva en la persona, puesto que permite reconocer y comprender los conflictos internos, los deseos reprimidos y los mecanismos de defensa que influyen en la toma de decisiones.

 

Referencias:

Glickauf-Hughes, Ch. y Wells M. (1997). Object Relations Therapy of the Masochistic Personality. Object Relations Psychotherapy (pp. 289-304). Rowman and Littlefield Publishers.

Glickauf-Hughes, Ch. y Wells M. (1997). Object Relations Therapy of the Obsessive-Compulsive Personality. Object Relations Psychotherapy (pp. 335-349). Rowman and Littlefield Publishers.

McKinnon, R. A. y Mitchels, R. (1973). El paciente fóbico. Psiquiatría clínica aplicada (pp. 137-161). Interamericana.

McKinnon, R.A y Mitchels, R. (1973). El paciente depresivo. Psiquiatría clínica aplicada (pp. 162-212). Interamericana.

McWilliams, N. (2011). Depressive and Manic Personalities. Psychoanalytic Diagnosis: Understanding Personality Structure in the Clinical Process (pp. 227-256). The Guilford Press.

Reich, W. (1949). El análisis del carácter. Paidós.

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